LA IUPAC “BAUTIZA” CON EL NOMBRE DE ARSÉNICO A UN CIENTÍFICO
ESPAÑOL
Departamento de Física y Química
El pasado mes de septiembre, la IUPAC (la Unión Química
Internacional), eligió a Jorge Alegre Cebollada, trabajador en el laboratorio
del CNIC para representar el arsénico en el centenario de la tabla periódica de los elementos, en el que va
asignando a destacados científicos menores de 40 años (él tiene 37) cada una de
las 118 casillas del sistema. De momento ya ha atribuido 24 (10
a mujeres), y, aparte de Alegre, hay otros dos españoles: Vicente Climent
(bario) y José Manuel González Domínguez (carbono).
Jorge Alegre, nacido en Zaragoza, lo lleva con humor porque
mucha gente le pregunta si es un regalo envenenado (por la toxicidad del
elemento). Comenta textualmente en sus entrevistas que: “Es un honor, pero no
tengo que ir haciendo propaganda del arsénico por ahí”.
Además, Jorge comenta que el premio es importante porque
cree que la IUPAC lo que quiere es demostrar que la química es mucho más que un
científico trabajando en un laboratorio con probetas y explosiones. Está
relacionada con la física, la biología, la ingeniería... De hecho, uno de los
últimos nombres conocidos de la lista es de una persona que trabaja en la
industria.
Cuando presentó su candidatura, pidió ser el azufre. No es
mortal, pero es apestoso —los compuestos sulfurosos son responsables
del olor a huevo podrido, por ejemplo—, pero el chino Xuefeng Jiang se ha
quedado con el sitio. “Es que es el elemento con el que trabajo”, explica.
Porque Alegre estudia el papel de un aminoácido (los eslabones que forman las
proteínas) en las fibras musculares del corazón —de ahí que esté en el
CNIC—. Se trata de la cisteína, y tiene como peculiaridad que
contiene azufre en su composición. Él analiza cómo se estira y contrae la
titina, “la proteína más larga que existe”. “Aunque en español el nombre suene
un poco de broma, viene de Titán en inglés”, explica. Y su objetivo es ver cómo
se puede modificar bioquímicamente a partir de cambios en la cisteína.
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